«Que difíciles son los viajes a través de uno mismo. Como una diáspora de significantes que salen impelidos por la falta de corsets y estallan en los sueños reales, y en este caso, se apoderan de la fantasía mágica de la fotógrafa Gaby Herbstein quien, en una maravillosa instalación de 35 fotografías, objetos y textos contextualiza su conciencia y la expone como una plataforma de visionaria complacencia, una rueda infinita de sueños y recuerdos que se entremezclan con palabras, sonidos, voces, alegorías y traspiés.»
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